25 de noviembre de 2005
Hoy hace exactamente un año que pasé los mayores dolores de mi vida
y también un año que obtuve después del dolor mi mayor recompensa
corroborándose así la teoría de que lo que nos hace más felices
en algún momento nos duele.
El paisaje más bonito es aquel al que llegamos después de andar mucho tiempo.
Lo que más valoramos es aquello que conseguimos después del esfuerzo.
En fin, que no hay más remedio que pasarlo un poco mal
para reconocer la dicha de estar bien.
Felicidades en tu primer año de vida en este viaje, Ulises.
ULISES
Todo se me quedó pequeño
era como si lo que hubiese hecho antes de ti
careciese de importancia.
De repente todo gira a tu alrededor
te has convertido en mi prolongación y cuando ríes
se me abre la boca para comerte sin que pueda evitarlo.
Quererte con todas las ganas
es un acto reflejo.
Antes de ti faltabas tú pero yo no era consciente de la importancia de esa ausencia,
ahora lo sé porque ya no puedo estar sin ti.
A Ulises
Me gustaría enseñarte tantas cosas
que no tengo tiempo igual que no sé de donde robar las horas
para leer lo que quiero.
No quisiera que la prisa ganase al deseo de que seas un niño feliz
un hombre justo, libre y decidido.
Un hombre que comparta pero sobre todas las cosas
un hombre que ame y sepa hacerlo.
Quiero que seas tú,
no hacerte.
Quiero que te descubras y te quieras,
que bucees en los mares de la verdad
y allí encuentres a unos padres decididos a amarte pase lo que pase.
Fotografía: félix J. García Guerrero