No pueden con la alegría de una mujer
con la fuerza que desprenden sus ojos,
no pueden con las risas de los niños,
no pueden con todos los que creemos en algo
y estamos dispuestos a defenderlo
con tozudez.
No van a poder nunca, ni armas, ni dinero, ni leyes de mierda.
No hay quien derribe la esperanza
de una persona que avanza desde la firmeza.